EL
PATRIARCADO COMO SÍMBOLO DE DOMINACIÓN
I)
INTRODUCCIÓN
El colonialismo trajo consigo una estructura e ideologías
de dominación de una persona sobre otra, que también penetró en la relación de
hombres y mujeres, considerándolas a estas últimas como inferiores a los
hombres, ya que al hombre por naturaleza le correspondía ejercer dominio sobre
su mujer e hijos.
En los últimos años en Bolivia, se ha analizado y
propuesto como una nueva concepción el término de “despatriarcalización” como
una forma de luchar contra la ideología de dominación, para que las mujeres puedan
ser partícipes en las tomas de decisión, y sea escuchada su opinión.
II)
DESARROLLO
El humano es un ser
social, lo que significa que necesariamente debe relacionarse con otro, ya sea
entre hombre – hombre, hombre – mujer y mujer – mujer, por tal razón tanto
hombres como mujeres deben buscar una buena relación y comunicación, sin
discriminación y sin ejercer dominio de uno sobre otro.
De acuerdo a J.
Ybarnegaray, cuando hablamos de “patriarcado” nos estamos refiriendo al
principio que sostiene que los varones, por condición “natural”, están dotados
de lo que se requiere para asumir el mando sobre los demás.
Lo citado
anteriormente, significaría que el hombre por su mayor fuerza física podría
realizar trabajos duros, o podría tener un mejor razonamiento sobre la
realidad, y que la mujer sería considerada más débil físicamente, por lo que el
hombre es superior a la mujer, sin embargo, actualmente las mujeres demostraron
que pueden realizar trabajos dignos donde se requiere mucha fuerza física y que
además con preparación pueden ocupar cargos importantes en empresas,
instituciones públicas y privadas para contribuir con su conocimiento al desarrollo
del país.
Incluso en la
historia de Bolivia se relata que solo los hombres libres eran considerados
ciudadanos con derecho a votar y a ser elegidos como autoridades, y las mujeres
estaban excluidas ya que no eran consideradas ciudadanas.
No obstante, y
gracias a la Revolución Nacional de 1952, se logró conseguir que las mujeres
puedan ejercer el derecho al voto, y cada vez las mujeres fueron reclamando un
trato igualitario, el pago de un salario igual al que se les remunera a los
hombres por el mismo trabajo que realizan.
Por otro lado, es
importante que en los proyectos de desarrollo se incluyan indicadores de género
que “son instrumentos destinados a medir los efectos de las intervenciones en
la situación de las mujeres y en las relaciones de género” (De la Cruz, 1998),
ya que para que se evalúen los resultados obtenidos por el proyecto, se pueda
visualizar que tanto las mujeres como los hombres están mejorando su relación
sin desigualdad ni dominación, cambiando esa práctica del patriarcado.
III)
CONCLUSIÓN
Se debe buscar compatibilizar las relaciones entre
hombres y mujeres, sin embargo, eso significa cambiar el chip de aquellas ideas
de dominio del hombre sobre la mujer y los hijos, que inclusive la misma
sociedad estableció y enraizó como normal esos argumentos.
BIBLIOGRAFÍA:
- DE LA CRUZ, C. (1998). Guía metodológica para integrar la
perspectiva de género en proyectos y programas de desarrollo. (página 68).
- YBARNEGARAY, J. (2012). Mujeres en diálogo: Avanzando
hacia la despatriarcalización en Bolivia. (página 145).