Karen Siles

Karen Siles
Economista

sábado, 4 de julio de 2015

EL PATRIARCADO COMO SÍMBOLO DE DOMINACIÓN

EL PATRIARCADO COMO SÍMBOLO DE DOMINACIÓN

I)             INTRODUCCIÓN
El colonialismo trajo consigo una estructura e ideologías de dominación de una persona sobre otra, que también penetró en la relación de hombres y mujeres, considerándolas a estas últimas como inferiores a los hombres, ya que al hombre por naturaleza le correspondía ejercer dominio sobre su mujer e hijos.
En los últimos años en Bolivia, se ha analizado y propuesto como una nueva concepción el término de “despatriarcalización” como una forma de luchar contra la ideología de dominación, para que las mujeres puedan ser partícipes en las tomas de decisión, y sea escuchada su opinión.
II)            DESARROLLO
El humano es un ser social, lo que significa que necesariamente debe relacionarse con otro, ya sea entre hombre – hombre, hombre – mujer y mujer – mujer, por tal razón tanto hombres como mujeres deben buscar una buena relación y comunicación, sin discriminación y sin ejercer dominio de uno sobre otro.
De acuerdo a J. Ybarnegaray, cuando hablamos de “patriarcado” nos estamos refiriendo al principio que sostiene que los varones, por condición “natural”, están dotados de lo que se requiere para asumir el mando sobre los demás.
Lo citado anteriormente, significaría que el hombre por su mayor fuerza física podría realizar trabajos duros, o podría tener un mejor razonamiento sobre la realidad, y que la mujer sería considerada más débil físicamente, por lo que el hombre es superior a la mujer, sin embargo, actualmente las mujeres demostraron que pueden realizar trabajos dignos donde se requiere mucha fuerza física y que además con preparación pueden ocupar cargos importantes en empresas, instituciones públicas y privadas para contribuir con su conocimiento al desarrollo del país.

Incluso en la historia de Bolivia se relata que solo los hombres libres eran considerados ciudadanos con derecho a votar y a ser elegidos como autoridades, y las mujeres estaban excluidas ya que no eran consideradas ciudadanas.
No obstante, y gracias a la Revolución Nacional de 1952, se logró conseguir que las mujeres puedan ejercer el derecho al voto, y cada vez las mujeres fueron reclamando un trato igualitario, el pago de un salario igual al que se les remunera a los hombres por el mismo trabajo que realizan.
Por otro lado, es importante que en los proyectos de desarrollo se incluyan indicadores de género que “son instrumentos destinados a medir los efectos de las intervenciones en la situación de las mujeres y en las relaciones de género” (De la Cruz, 1998), ya que para que se evalúen los resultados obtenidos por el proyecto, se pueda visualizar que tanto las mujeres como los hombres están mejorando su relación sin desigualdad ni dominación, cambiando esa práctica del patriarcado.
III)           CONCLUSIÓN
Se debe buscar compatibilizar las relaciones entre hombres y mujeres, sin embargo, eso significa cambiar el chip de aquellas ideas de dominio del hombre sobre la mujer y los hijos, que inclusive la misma sociedad estableció y enraizó como normal esos argumentos.
BIBLIOGRAFÍA:
-       DE LA CRUZ, C. (1998). Guía metodológica para integrar la perspectiva de género en proyectos y programas de desarrollo. (página 68).
-       YBARNEGARAY, J. (2012). Mujeres en diálogo: Avanzando hacia la despatriarcalización en Bolivia. (página 145).



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