LA
ARMONIA DE CONTRARIOS
I)
INTRODUCCIÓN
De acuerdo al mundo andino, no se puede hablar solo de
hombre o solo de mujer, ambos deben complementarse de manera armónica, no
simplemente entre ambos, sino también con su entorno.
Considerando que actualmente tanto el Gobierno como
algunas Organizaciones sociales, enfatizan sobre la equidad de género y lucha
contra la violencia a las mujeres, se plantea como alternativa recuperar la concepción
de complementariedad del mundo andino, el chacha – warmi, destacando los roles
que deberían tener los hombres y mujeres.
II)
DESARROLLO
Bolivia es un Estado Plurinacional, lo cual implica la coexistencia
de varias naciones culturales dentro del mismo Estado, y el reconocimiento y
respeto de la identidad cultural de los pueblos indígenas originarios
campesinos.
El mundo visto desde la perspectiva de estos pueblos, es
distinto al que se percibe en la actualidad, donde la relación social y de
producción capitalista tiene su preponderancia. Actualmente, un desafío para el
Estado Plurinacional de Bolivia, en cuestión de equidad de género, sería el de
recuperar la noción del chacha – warmi que “es una expresión de convivencia
entre partes iguales o diferentes que tienen un propósito común” (Farah y
Sanchez, 2008), y es un desafío porque se debe trabajar para lograr que de
forma paulatina, se tome conciencia del valor y beneficio que tendría ésta
noción en la sociedad actual.
Ahora, otro punto que
se debe destacar es que en las comunidades, si bien todavía existiría esa
complementariedad entre hombre y mujer en el aspecto productivo, no sería así en
áreas de representatividad y participación social, ya que la mujer fue perdiendo
su participación en la toma de decisiones de estas comunidades, esto producto
de la contaminación con la cultura occidental que trae consigo la noción de
competencia envés de la reciprocidad y el individualismo, como una forma para
sobresalir entre los demás.
Antiguamente, en el
mundo andino existía una Autoridad doble, el Jilaqata y la Mama T’alla, hombre
y mujer de un mismo matrimonio, y en cada reunión de la Comunidad ambos la
dirigían, sin embargo, desde la colonización se desestructuró esa relación,
puesto que la autoridad única es el Jilaqata o el Secretario General, por lo
que las mujeres se aíslan de las decisiones de carácter político. Este
hecho también podría reflejar que en la historia de Bolivia, existió un periodo
en el cual no se reconocía a la mujer como ciudadana, con derecho a elegir y a
ser elegida, y no es hasta “la Revolución Nacional, en 1952 que se reconoce el
voto universal, ampliándose el derecho al voto a mujeres, campesinos e
indígenas”. (Novillo, 2011)
III)
CONCLUSIONES
En la praxis podría
ser complicado, pero no imposible, aplicar esa noción de chacha – warmi, y se
debe aprovechar el actual contexto social y político del país, ya que se está
avanzando en normas referidas a la equidad de género, lucha contra la violencia
a la mujer y respeto a la Madre Tierra.
Si bien el Hombre y
la Mujer son físicamente diferentes, y piensan de manera distinta, son también
complementarios, y es interesante observar que en mundo andino ambos se relacionan
uno con el otro pero de manera armónica con el entorno que les rodea.
BIBLIOGRAFIA
-
LAYME, F. (1998). El género en el Mundo Andino
-
FARAH, I. y Sánchez, C. (2008). Desafíos de una Nueva
Agenda de Género.
-
NOVILLO, M. (2011). Paso a Paso Así lo hicimos.
Avances en los Desafíos en la participación política de las mujeres.
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